¡Hacemos música de otoño!


En nuestras clases de Baby Music  realizamos actividades que estimulan el desarrollo de los peques. Lo hacemos de maneras muy distintas, de forma cercana y familiar. Nuestras actividades están pensadas para que desarrollen sus capacidades , pero también para que entiendan el mundo que les rodea, que tan importante es en sus primeros años de vida.

Las canciones, nursery rhymes y audiciones tratan temas relacionados con el entorno de los niños. De esta manera, con ayuda de la música aprenden sobre el mundo en el que viven. Tenemos canciones sobre la hora de comer y vestirse, los medios de transporte,los animales, las partes del cuerpo, etcétera. Entre nuestro repertorio tenemos actividades musicales relacionadas con las estaciones. Aprovechando que ya estamos en otoño, queremos contaros algunas cosas que hacemos en clase para ayudar a los peques a entender esta época del año desde la música.

Esquivando charcos

Tenemos canciones que hablan sobre la lluvia, los paraguas y el viento y nosotros nos movemos esquivando los charcos al ritmo de la música con nuestros paraguas. Podemos colocar pequeñas cartulinas de colores que representan a los charcos y vamos saltando por encima de ellas para no mojarnos. Cuando los peques todavía no saben saltar, ¡son sus mamás y papás los que les hacen volar por encima del charco y les encanta!

Castañas musicales

Hay canciones que hablan sobre los alimentos que son propios de esta época del año como las setas, las granadas y las castañas. Podemos meter varias castañas en un bote o una bolsita  y fabricar una especia de maraca otoñal que nos servirá para cantar nuestra canción de los alimentos con un acompañamiento de lo más original.

La lluvia y las hojas

Utilizando una audición como El otoño de Vivaldi, nos transportamos a un bosque en el que nosotros somos los árboles y movemos nuestro cuerpo con los brazos extendidos al son del viento. Después usamos nuestras manos para representar a las hojas de los árboles que se caen y son arrastradas hasta el suelo. También podemos utilizar los deditos para imitar a las gotas de  lluvia que nos hacen cosquillas por el cuerpo. ¡La música nos lleva a lugares maravillosos!

 Si queréis venir a pasar un buen rato con nosotras y descubrir más juegos, audiciones y canciones que van a ayudar al desarrollo de vuestros peques , podéis venir a probar una clase gratis en cualquiera de nuestras aulas. ¡Os esperamos!

 

 

 

Tres beneficios de la música en los más pequeños

Cada vez hay más estudios y expertos en neurociencia y psicología que hablan de los beneficios de la música en los más pequeños.  Aunque son muchos, nosotras hemos querido hablaros de tres de ellos que trabajamos en nuestras clases de forma natural y divertida.

Música y niños

Desarollo cerebral

Según un estudio elaborado por el Instituto de Aprendizaje y Neurología de la Universidad de Washington (Seattle, EE UU), «experimentar patrones rítmicos musicales mejora la habilidad de detectar y predecir patrones rítmicos del habla. Esto significa que escuchar música en edades muy tempranas puede tener un efecto global en las habilidades cognitivas de los bebés«. La mejora de las habilidades cognitivas, como la percepción de distintos patrones, supone un efecto positivo en el aprendizaje a largo plazo«.

Nuestros peques interiorizan las estructuras de la música, sus ritmos, melodías e incluso el vocabulario de las canciones y la cadencia del lenguaje. Para ellos es un juego, ¡pero los beneficios que les aporta son extraordinarios!

Desarrollo de la memoria verbal

Según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Hong Kong, «al escuchar música se estimula una parte del cerebro que es responsable de la memoria verbal». De esta manera, la música potencia dicha memoria, que nos parece muy importante también para poder aprender distintos idiomas. En nuestras clases utilizamos la música tanto en castellano como en inglés, por lo que esa memoria verbal se desarrolla desde un principio en ambos idiomas y los niños la asimilan de una forma natural.

Desarrollo de la expresión corporal

Al combinarse con el baile,la música estimula sus sentidos y el desarrollo de la coordinación adaptando su movimiento corporal a los distintos ritmos. Aprenden a expresar el carácter de la música a través del cuerpo y  se abre una nueva vía de comunicación distinta al habla que les permite expresarse.

Si queréis apostar por una enseñanza musical bilingüe con muchos beneficios para el desarrollo de vuestros peques, podéis venir a conocernos y probar una clase gratuita.  ¡Estaremos encantadas de conoceros y enseñaros cómo vivimos y enseñamos nosotras la música!

La audición en la clase de Baby Music

 

La audición es un momento muy importante en la clase de música de bebés: nos dejamos llevar por lo que nuestros oídos captan y abrimos nuestra imaginación a la magia de la música, creando en grupo, entre grandes y pequeños, una representación de lo que escuchamos juntos.

Es una de las partes de la clase que es diferente en cada sesión (todas nuestras clases de estimulación musical tienen una estructura fija, en la cual hay partes que se repiten y otras que modificamos cada semana), no suele durar más de dos o tres minutos y cada pieza que usamos tiene un objetivo o idea básica que perseguimos con nuestra interacción: seguir el ritmo, dibujar las melodías, transportarnos a otra época con el estilo, representar a un personaje…

Puede ser tanto música clásica como de otros estilos: nosotras ponemos música clásica mayoritariamente ya que a los niños les encanta, les produce muchas cosas positivas por su armonía, estructura y timbres y la echamos un poco en falta en nuestros entornos públicos… También puede ser de muy distinto carácter, vivo, tranquilo, cambiante… ¡estaremos muy atentos e interactuaremos según lo que escuchemos!.

Si la música es viva, podemos divertirnos con percusión corporal, objetos que suenen al ritmo o que tengan movimientos exactos y rítmicos, coreografías simples… Un buen ejemplo de este tipo de audición es la conocida y querida Marcha Radetzky de Strauss.

Si la música es relajada, sin embargo, la representamos con movimientos más lentos y menos definidos, para lo que nos ayudan objetos como plumas o pañuelos, dibujando formas imaginarias y libres… ¡La música de las Gymnopédies de Satie es perfecta para dejarse llevar de esta manera!

En casi todas las audiciones, además de proponer temática y liderar los movimientos, dejamos también algunos momentos libres en los que el niño y el adulto improvisan según lo que la música les sugiere en ese momento.

Para ayudar a su interacción, presentamos a los niños la temática o nombre de la audición antes de empezar: si vamos a representar animales, recordamos antes cómo emiten sus sonidos; si estamos teatralizando la estación del año en que nos encontramos, recordamos sensaciones; si nos vamos de viaje a algún lugar en especial… ¡preparamos una maleta!.

Los papás pueden repetirlo y profundizar en casa tanto como quieran, ya que siempre nombramos el autor y título de la obra y pueden encontrarlo con facilidad para disfrutar de ello también fuera de clase. «¿A qué música jugamos hoy?»

¿Cómo ayuda la música al desarrollo de la psicomotricidad?


El término psicomotricidad hace referencia al dominio del cuerpo. Si hablamos de acciones más generales que se realizan con todo el cuerpo, estamos ante la psicomotricidad gruesa. Cuando  hablamos de acciones más precisas con coordinación de las manos y la vista, nos encontramos ante la psicomotricidad fina.

En la clase de música trabajamos ambas, asociando el movimiento del cuerpo a la música y realizando movimientos cada vez más complejos de forma que los niños vayan adquiriendo destreza manual progresivamente (también importante en el futuro aprendizaje del instrumento)  y teniendo un mayor dominio sobre su cuerpo en todos los aspectos.

Psicomotricidad gruesa

 Es la más empleada en las clases de bebés en un principio, puesto que los primeros pasos que deben dar los pequeños en este ámbito estará relacionado con el control de su cuerpo a nivel más general. Se trabaja el movimiento de los brazos y las piernas, el equilibrio, la coordinación de las extremidades, etc. También se trabaja la manipulación de objetos como pañuelos, globos, pelotas, vasos de plástico, plumas y por supuesto la pequeña percusión.

Todo esto lo asociamos a patrones rítmicos, melodías, velocidad de la música o estructura de la misma. De esta manera, además de la psicomotricidad, trabajamos el desarrollo del oído . Los niños disfrutan asociando música a movimiento, aprendiendo sin darse cuenta a distinguir patrones y estructuras musicales mientras su destreza aumenta.

Psicomotricidad fina

Se refiere a todas las actividades o acciones que realizamos específicamente con las manos. Es fundamental en el desarrollo de las habilidades, por lo que es importante estimularla. En nuestras clases realizamos una gran cantidad de juegos de dedos. En una primera fase, cuando los bebés son muy pequeños, estos juegos de dedos los realiza el padre o madre para que el niño lo vea y quiera imitarlo. Es una primera etapa de la estimulación que le llevará a la fase siguiente en la que empezará a poder realizar esos movimientos por sí mismo. Poco a poco los niños serán capaces de ir independizando los dedos y de realizar movimientos más complejos, precisos y veloces, que se verán especialmente reforzados con las clases de instrumento.

Música y psicomotricidad conforman un tandem perfecto con la diversión como base, de forma que los niños aprenden disfrutando semana tras semana, reforzando los movimientos y destrezas que tan útiles les serán en su día a día.