Tres juegos para la duración del sonido

Tres juegos para la duración del sonido
Como ya sabréis, la flauta travesera es un instrumento de viento y como todos los instrumentos de viento… ¡Necesita aire para poder sonar! Aunque dicho así parece muy sencillo, hay muchos parámetros que tenemos que controlar: la posición de los labios y la embocadura, la dirección del aire así como la velocidad, cantidad y duración del mismo. Por eso, hoy os queremos proponer tres juegos para trabajar la duración del sonido (a través del soplido). Esto no lo hacemos con los alumnos que están empezando con el instrumento sino un poco más adelante, cuando ya controlan varias canciones. Cuando empiezan, es mucho más sencillo emitir sonidos cortos y una vez que los dominan, podremos trabajar con la respiración y la capacidad pulmonar para mantener sonidos más largos. Esto nos permitirá ir pasito a pasito hasta que lleguemos a realizar ligaduras y  frases musicales enteras sin respirar.

En los tres juegos que os contamos a continuación, vamos a trabajar visualmente con la duración de nuestro soplido. Ahora veréis que unos son más precisos que otros, pero todos tienen como objetivo ayudarles a entender que el aire que se convertirá en sonido dentro de su flauta, puede ser más largo o más corto y podrán experimentar con esa idea desde el juego.

CONVIRTIENDO EL AIRE EN LANA

Para ello solo necesitamos un ovillo de lana y unas tijeras. Colocamos el ovillo delante de ellos y todo el tiempo que están soplando vamos desenrollando el ovillo. Cuando dejen de soplar, paramos y cortamos el hilo que haya salido del ovillo. El objetivo es intentar conseguir que las siguientes veces que soplemos vayamos consiguiendo hilos más largos. Podemos preguntarles cuál creen que ha sido el soplido más largo y luego poner todos los hilos y ver si han acertado para ayudarles a tomar conciencia de la propia duración de su soplido.

Este juego también puede hacerse mientras soplan una nota con la flauta. Normalmente les pedimos que hagan tres soplidos para empezar con un objetivo que no sea muy exigente. Además así se pueden llevar los hilos a casa y hacer una «trenza de soplidos» 😉

CARRERAS DE SONIDO

Para este juego necesitamos unos coches de juguete y un circuito que podemos hacer pegando cinta de pintor en el suelo. Podemos crear un circuito distinto cada vez. El juego consiste en soplar una nota con la flauta y mientras dure el sonido se moverá el coche. Una vez pare el sonido se parará el coche. Cambiamos al otro jugador que hará lo mismo. Así vamos alternando hasta que uno de los coches llegue a meta. También puede hacerse con un solo coche y el objetivo será contar en cuántos soplidos podemos hacer el circuito e intentar que cada vez que hagamos el circuito lo hagamos con menos cantidad de soplidos.

CRONÓMETRO DE NOTAS

En este juego sólo nos hace falta un cronómetro como el que tienen los móviles. Cuando empieza el sonido empezamos a cronometrar hasta que pare. De una semana a otra podemos entrenar a ver si vamos progresivamente aumentando la duración de las distintas notas. Nosotras empezamos haciendo este juego con el si grave, que es la primera nota que aprenden con la flauta.

Estos son algunos de los juegos que hacemos en clase y que os animamos a hacer también en casa. También podéis crear vuestros propios juegos. ¡Imaginación al poder! Y vosotr@s… ¿qué otros juegos hacéis para trabajar la duración del sonido?

Juegos para potenciar el oído

Crear actividades basadas en el juego y la experimentación está a la orden del día para cualquier profe que trabaje con niños pequeños. Nosotras, como profes de flauta travesera, utilizamos materiales muy diversos para trabajar aspectos que consideramos fundamentales para el desarrollo de nuestros alumnos. Por eso hoy, os traemos esta propuesta de dos juegos para potenciar el oído de distintas maneras con un material muy sencillo y accesible para todos…¡los cascabeles! Estas actividades pueden hacerse en clase y en casa. Son divertidas y fomentan la concentración y la escucha en los niños mientras agudizan su oído.

¿En qué piso vivo?

Podemos empezar eligiendo cuatro cascabeles con dos colores distintos. Cada color representa a una nota. Nosotras hemos hecho este juego con las notas SI y LA porque son las primeras que nuestros alumnos aprenden con la flauta travesera, pero puede hacerse con las dos notas que se quiera.

Indicamos en cuál de las dos notas con las que estamos trabajando va a empezar nuestra secuencia de cuatro notas. A continuación tocamos la secuencia y el alumno tiene que colocar los cascabeles acordes a las notas que ha escuchado. Por ejemplo, asociamos el morado al SI y el azul al LA. Tocamos la secuencia si- la – la – si y el alumno debe de colocar los cascabeles morado- azul- azul- morado.

Cuando ya veamos que el alumno realiza las secuencias con facilidad podemos aumentar un poco la dificultad. Empezamos a realizar la secuencia sin indicar en cual de las dos notas estamos empezando. Este juego podemos ir complicándolo haciendo secuencias más largas. Otra opción sería realizar el juego con tres notas que nos ofrece la posibilidad de trabajar arpegios, etc.

¿Cuántos somos?

Con este juego vamos a trabajar con la intensidad o volumen sonoro. Necesitamos dos botes que sean opacos para que no podamos ver lo que hay en su interior. En cada bote metemos un número de cascabeles distinto. Al principio debemos de exagerar más la cantidad de cascabeles que metemos en cada uno. Podemos elegir, por ejemplo, adivinar en cuál hay más cascabeles. Para ello agitaremos primero un bote y luego otro.

Para ir complicando el juego podemos poner cada vez un número más parecido de cascabeles en ambos botes o poder agitarlos solo una vez antes de aventurarnos a adivinar.

Una variante de este juego, podría ser el Memory Musical, en el que no tenemos que distinguir el volumne sonoro si no el timbre. Os dejamos un enlace al post en el que os explicamos cómo realizar un Memory Musical en casa de forma muy sencilla.

Os animamos a que probéis a hacer estas actividades con los peques y si queréis nos contéis si les han gustado, dejando un comentario en este post o en cualquiera de nuestras redes sociales como Facebook o Instagram. ¡Aprender es divertido!

Un material…¡muchos juegos!

En nuestras clases utilizamos materiales muy variados para trabajar distintos aspectos musicales con los peques. Desde las estructuras musicales, a la psicomotricidad, pasando por la escucha y el ritmo, nuestros alumnos aprenden de forma divertida utilizando el juego como vehículo de aprendizaje. Hoy queremos compartir con vosotros distintas actividades que hacemos utilizando este material de Flying Tiger…¡unos simpáticos huevos de madera! Originalmente este es un juego pensado para trabajar el equilibrio a través de la destreza manual, pero nosotras le hemos buscado muchos más usos que nos permitan usarlos en nuestras clases de música. Hoy os contamos dos de ellas:

HUEVITOS DORMILONES

Este juego es una variante del conocido  juego de las estatuas. Cada niño tiene su huevo apoyado en su soporte de colores que le hace de cama para dormir. Todos los huevitos empiezan dormidos porque hay silencio alrededor. Cuando la música empieza a sonar se despiertan y empiezan a bailar. Cada uno mueve su huevo al compás de la música y cuando ésta para lo tiene que poner a dormir hasta que se reanude. Podemos poner distintos tipos de música para que los peques investiguen las distintas posibilidades de movimiento que tienen estos objetos.

¿Qué trabajamos con este juego?

  • Psicomotricidad (movimientos de brazos y manipulación de objetos con las manos)
  • Escucha activa (movimiento corporal unido a la escucha)
  • Asociación de música y emoción (distintos movimientos en función a la música que escuchamos)
  • Concentración (reacción ante la presencia o ausencia de música)
  • Creatividad (exploración libre de los distintos movimientos que pueden hacerse con los objetos)

¿A quién va dirigido?

Este juego está pensado para hacer en las clases de Baby Music con los grupos de niños que oscilen entre dos y tres años. También se puede realizar con niños más mayores, animándoles a que encuentren distintos movimientos…¡os sorprenderá la cantidad de cosas que se les ocurren!

LA GRANJA

Colocamos todos los huevos en fila a nuestro lado y mirando hacia los niños. Les decimos que estos cinco huevos viven en nuestra granja, pero son muy aventureros y están deseando irse a la suya. A los huevitos les gusta mucho el sonido de la flauta y este les va a guiar hasta ellos. Con este juego podemos trabajar aspectos muy distintos con el instrumento dependiendo de lo que queramos reforzar con el alumno en ese momento. Es un juego de repetición que nos sirve para consolidar distintas habilidades. Podemos decir que para pasar tienen que escuchar la nota «si» con un sonido sin aire, tocar un trozo de una canción con una coordinación de dedos precisa o incluso una frase de una canción realizada en un único soplido. ¡El objetivo lo marcamos nosotros en función de lo que queramos conseguir!

¿Qué trabajamos con este juego?

  • Concentración (focalizando la atención en el aspecto indicado para conseguir que el huevo pase a su granja)
  • Autoestima (fijando un objetivo que supone un reto abarcable para el alumno, por lo que se siente bien al ver que va consiguiendo que los huevos vayan a su granja y cada vez con más facilidad)
  • Consolidación de habilidades (repetir nos permite que lo que estamos trabajando se fije en el sistema)

¿A quién va dirigido?

Este juego está pensado para hacer en las clases individuales de Flute&Fun con niños a partir de los tres años. Es un juego que ellos mismos nos piden repetir en distintas clases y que puede adaptarse a lo que estamos trabajando.

Y vosotros…¿cómo usaríais este material en clase o en casa?

 

«¡Hemos conseguido un montón de sonrisas!»

Para desarrollar todas las habilidades musicales que potenciamos en nuestras clases es imprescindible que los niños practiquen en casa. Nuestro aprendizaje se basa en el juego y la diversión y nuestros alumnos vienen muy contentos a sus clases, pero… ¡Qué difícil es a veces ponerse a tocar con la de juegos divertidos que tenemos en casa!

“NUESTRA LISTA DE SONRISAS”

Por ello las profes de Little musical steps tenemos algunos recursos con los que podemos motivarles a querer practicar en casa de forma regular. Uno de ellos es nuestra lista de sonrisas. Consiste en una fila de “Happy faces” que vamos rellenando cada día en clase con lo que nos cuentan que han podido hacer durante la semana. Nunca ponemos una cara negativa, sino que buscamos por poquito que sea reconocer un esfuerzo para motivar positivamente al niño.

Cuando consiguen llenar su fila de sonrisas las profes les regalamos una sorpresa. Después, de nuevo seguiremos llenando esa misma fila para llegar a la siguiente sorpresa… Esta vez dejamos volar la imaginación y decoramos nuestras caritas con colores, pelo, gafas… Y así iremos rellenando una fila tras la otra durante el curso.

ENSEÑANZA PERSONALIZADA

El momento de hablar de las sonrisas de la semana no es solamente importante para la motivación del niño. Es también la manera en que las profesoras podemos saber qué se ha practicado en casa y de esa manera guiar mejor la propia clase y la práctica para la semana siguiente. Es una información que compartimos directamente con los papás y mamás en la clase y que nos sirve para que ellos entiendan mejor cómo enfocar la actividad.

¡PRACTICAR NO ES SÓLO TOCAR!

Conseguir una “Happy face” no consiste solamente en tocar una pieza en casa. Puede ser cualquier esfuerzo relacionado con su aprendizaje musical, como mantener una buena postura, escuchar con atención la grabación de nuestro repertorio, observar a un dedito en concreto que andaba despistado o simplemente cantar y bailar una de nuestras canciones.

Con estos recursos buscamos que los niños desde bien pequeños entiendan y valoren la importancia del esfuerzo y la constancia. ¡A través de ello podrán conseguir cualquier meta que se propongan!

DIY: Bingo musical

El famoso juego del bingo puede tener muchas variantes. Nosotras hoy os proponemos cambiar los números por las figuras musicales para crear vosotros mismos la versión musical de este juego. Las manualidades son estupendas para el desarrollo de la psicomotricidad de los peques y a ellos les encanta sentarse con papá o mamá a hacerlas en casa.

El bingo musical que vamos a hacer  va a fomentar no sólo el desarrollo auditivo, si no que es una forma de acercarse a la lectura musical de forma divertida. Los niños empiezan a familiarizarse con las distintas figuras musicales y aprenden a distinguir sus distintas combinaciones mientras juegan.

¿QUÉ NECESITAMOS?

  • Varias cartulinas (nosotras hemos usado goma eva)
  • Tijeras
  • Regla
  • Rotulador grueso

¿CÓMO LO HACEMOS?

  1. Cortamos las cartulinas para crear los cartones de bingo. Las nuestras son de 20cmx20cm  pero las podéis hacer de cualquier otro tamaño. No os recomendamos hacerlas muy pequeñas para que las figuras que pintemos en cada casilla del bingo se vean bien.
  2. Cortamos cuadraditos pequeños para poner encima de las casillas. De esta forma no tenemos que tachar las casillas y el juego podemos reutilizarlo tantas veces como queramos.
  3. Dividimos cada cartulina en varias casillas (nosotras la hemos dividido en cuatro). Cuantas más casillas, mayor dificultad tendrá el juego.
  4. Pintamos varias figuras en cada casilla. Para empezar con pintar negras y corcheas sería suficiente. Una vez que vayan interiorizando los ritmos y las grafías, podemos ir creando cartulinas con figuras más complejas y combinaciones de ritmos más difíciles.

¿CÓMO SE JUEGA CON EL BINGO MUSICAL?

Repartimos una cartulina a cada jugador y una persona se encarga de hacer los ritmos de cada casilla. Estos pueden hacerse con instrumentos de pequeña percusión, con percusión corporal o incluso soplando en nuestra flauta.

Los jugadores tienen que ir identificando los ritmos y si suena el suyo lo taparán con los cuadraditos pequeños. El jugador que tape primero todos los ritmos de su cartulina gritará ¡BINGO! para hacerse con la victoria.

Cuando los niños ya van sabiéndolos identificar solos con facilidad pueden ser ellos los que hagan los ritmos y los demás los que lo adivinen.

Si os ha gustado esta manualidad musical, no os perdáis el paso a paso del Memory Musical

Repetir o no repetir, esa es la cuestión

Repetir, repetir y repetir. ¡A los niños les encanta! Pueden escuchar un cuento mil veces y seguirán queriendo escucharlo otras mil veces más. Lo mismo les pasa con los juegos que van aprendiendo y es que para ellos repetir no es aburrido, sino todo lo contrario. Esto es muy importante para el aprendizaje instrumental y hoy queremos hablaros sobre ello.

¿Por qué repetimos?

La metodología Suzuki basa el enseñanza instrumental en el aprendizaje de la lengua materna. Después de haber escuchado una palabra en numerosas ocasiones, los niños empiezan a pronunciarla y cuanto más la repiten, mejor es el resultado. Cuando ya saben decirla correctamente no dejan de utilizarla y esta pasa a formar parte de su vocabulario y la dirán muchas veces a lo largo de su vida.

Con la música ocurre exactamente lo mismo.  Por ello, las piezas de nuestro repertorio no dejamos de repasarlas aunque ya estemos tocando piezas más complicadas. Al igual que tenemos un amplio repertorio de palabras y frases, tendremos un amplio repertorio de notas y piezas musicales que interpretaremos con más maestría cuanto más las repitamos.

¿Cuándo repetimos?

Para practicar, es importante repetir algo desde que conseguimos hacerlo bien y no sólo hasta que nos sale bien. Si repetimos un pasaje difícil de una pieza hasta que nos salga, es posible que lo hayamos hecho diez veces mal y una sola bien. Nuestro cerebro fija los aciertos, pero también los errores. Por eso cuando conseguimos hacerlo satisfactoriamente es cuando debemos repetirlo para poder interiorizarlo. Necesitamos repetir un mayor número de veces aquello que es correcto, para que nuestro cerebro lo seleccione frente a lo incorrecto en el momento en que realicemos esa acción o pensamiento determinados.

Juegos para repetir

Los niños adoran repetir todo aquello que les gusta, por eso es importante plantear la repetición como un juego que querrán hacer una y otra vez. Os dejamos dos ejemplos de repetición que usamos en nuestras clases:

«El dado»

Les encanta y podemos utilizarlo para trabajar muchos aspectos a distintos niveles. Tiramos el dado y este nos podrá indicar el número de veces que tocamos la nota “fa”, la primera parte de la canción “Estrellita” o la escala de Re Mayor, por ejemplo.

«El ábaco»

Para conseguir mover una de las bolitas del ábaco, los niños tienen que tocar correctamente lo que estemos trabajando (un pasaje con buena emisión de sonido, una canción con una buena postura, etc.) Si lo consiguen, esa bolita pasa a estar en su lado. El objetivo es que obtengan una fila de bolitas. ¡Este juego les ayuda mucho a concentrarse en su buena interpretación!