La audición en la clase de Baby Music

 

La audición es un momento muy importante en la clase de música de bebés: nos dejamos llevar por lo que nuestros oídos captan y abrimos nuestra imaginación a la magia de la música, creando en grupo, entre grandes y pequeños, una representación de lo que escuchamos juntos.

Es una de las partes de la clase que es diferente en cada sesión (todas nuestras clases de estimulación musical tienen una estructura fija, en la cual hay partes que se repiten y otras que modificamos cada semana), no suele durar más de dos o tres minutos y cada pieza que usamos tiene un objetivo o idea básica que perseguimos con nuestra interacción: seguir el ritmo, dibujar las melodías, transportarnos a otra época con el estilo, representar a un personaje…

Puede ser tanto música clásica como de otros estilos: nosotras ponemos música clásica mayoritariamente ya que a los niños les encanta, les produce muchas cosas positivas por su armonía, estructura y timbres y la echamos un poco en falta en nuestros entornos públicos… También puede ser de muy distinto carácter, vivo, tranquilo, cambiante… ¡estaremos muy atentos e interactuaremos según lo que escuchemos!.

Si la música es viva, podemos divertirnos con percusión corporal, objetos que suenen al ritmo o que tengan movimientos exactos y rítmicos, coreografías simples… Un buen ejemplo de este tipo de audición es la conocida y querida Marcha Radetzky de Strauss.

Si la música es relajada, sin embargo, la representamos con movimientos más lentos y menos definidos, para lo que nos ayudan objetos como plumas o pañuelos, dibujando formas imaginarias y libres… ¡La música de las Gymnopédies de Satie es perfecta para dejarse llevar de esta manera!

En casi todas las audiciones, además de proponer temática y liderar los movimientos, dejamos también algunos momentos libres en los que el niño y el adulto improvisan según lo que la música les sugiere en ese momento.

Para ayudar a su interacción, presentamos a los niños la temática o nombre de la audición antes de empezar: si vamos a representar animales, recordamos antes cómo emiten sus sonidos; si estamos teatralizando la estación del año en que nos encontramos, recordamos sensaciones; si nos vamos de viaje a algún lugar en especial… ¡preparamos una maleta!.

Los papás pueden repetirlo y profundizar en casa tanto como quieran, ya que siempre nombramos el autor y título de la obra y pueden encontrarlo con facilidad para disfrutar de ello también fuera de clase. «¿A qué música jugamos hoy?»

Eres la mejor ayuda musical para tu peque…¡sin ser músico!

En ocasiones algunos de los padres que vienen a nuestras clases de música tienen dudas acerca de si pueden ayudar a sus peques en la clase  ya que ellos no han tenido ningún tipo de formación musical. Es cierto que el oído, el ritmo y la entonación necesitan de cierto trabajo para desarrollarse y ser cada vez más precisos, pero que un padre no haya recibido ese estímulo a lo largo de su vida, no implica que no pueda ser un buen ayudante en la formación musical de su hijo. ¡Os animamos a probarlo!

Ya en las clases de bebés, algunos padres comparten con nosotras temores como «tengo un oído enfrente del otro» o «no se cantar bien». Tratar de no juzgarse a uno mismo y atreverse a hacerlo son los primeros pasos que hay que dar. No hace falta tener una voz maravillosa ni una entonación perfecta, sólo ganas de disfrutar y compartir las actividades con los niños y el resto de padres del grupo. Cuanto más cantemos y escuchemos música, mejor conseguiremos entonar y cada vez tendremos menos reparo a hacerlo.

En las clases de instrumento ocurre lo mismo. No hace falta tener una buena memoria musical o el oído perfecto. Es importante ser conscientes de que lo importante es mostrarse abierto a aprender y a disfrutar. Nosotras creemos que los padres son el mejor apoyo de sus hijos y nuestros mejores ayudantes en casa. Para dar esa ayuda es necesario tener claro qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Para eso no es necesario ser un músico profesional, sino tener a un profesor que de las pautas necesarias para hacerlo en casa de la forma adecuada. Es muy útil que tengáis en cuenta varias cosas:

No tengáis miedo a preguntar al profesor

A nosotras no nos importa explicar lo mismo varias veces y de distintas maneras. ¡Lo importante es que tengáis las cosas claras!

Apuntad lo que necesitéis

Desde las notas de la canción nueva que estamos aprendiendo hasta una nueva digitación o juego, podéis apuntar todo aquello que sea un apoyo cuando toquéis en casa.

Aportad todo el feedback que podáis

De una clase a otra, no dudéis en decir todo aquello que habéis notado al practicar en casa. Es una información muy valiosa para nosotras ya que así podemos saber que es lo que necesitáis en cada momento.

Disfrutad

Aprender un instrumento desde cero es algo maravilloso. Estamos ante un nuevo mundo que descubrir y en este caso un nuevo mundo que compartir con vuestros hijos. ¡Disfrutad de los pasos que vais dando juntos y del aprendizaje conjunto!

¡Buenos propósitos musicales para el nuevo año!

bigstock-people-charity-family-and-ec-90444830-(1)¡Qué ilusión, otro año nuevo por delante! Empezamos con muchas ganas y, como siempre en estas fechas, traemos una lista de buenos propósitos a realizar. Hoy queremos compartir con vosotros los que pueden ser nuestros buenos propósitos musicales:

  • Escuchar más música: si haces música con tu bebé puedes añadir más repertorio a su rutina, tanto en audiciones como en canciones que cantes y bailes con él. ¿Ya tenéis una canción para dormir? Pongámosle entonces música al momento del baño o a la hora de comer, será más divertido e interesante para él, participará más y aumentará vuestro vínculo. Si haces Método Suzuki con tu hijo o hija, también tienes la gran oportunidad de mejorar la escucha del CD con las piezas del repertorio de vuestro instrumento, para crear más interés por su parte, mejorar el aprendizaje de las piezas, el oído, la memoria, etc.
  • Asistir a conciertos o actividades musicales: este propósito nos lo podemos plantear para pequeños y mayores, con conciertos ya sea de Rock, de música clásica o de cualquier estilo y formato… ¡Y esque asistir a estos eventos no tiene más que ventajas! Disfrutaremos del arte, aprenderemos de los intérpretes y compartiremos la experiencia con todo el resto del público, volveremos a casa con ganas de aprender más música y nutridos de motivación.
  • Conseguir una práctica regular: en el caso de los bebés, podemos hacerlo repitiendo los juegos y canciones de clase, encontrando momentos y rutinas del peque que puedan realizarse siempre con música. Si aprendemos flauta, podemos mejorar la práctica buscando una rutina si aún no la teníamos: intentando practicar siempre a la misma hora (es recomendable hacerlo después de que el niño haya comido, por ejemplo, después de la merienda), creando un hábito de poca duración pero cuya importancia reside en la constancia, y que debe ser algo positivo y divertido para el alumno. Si esto ya lo habíamos conseguido, ¡el objetivo puede ser aumentar otro día a la semana esta práctica!
  • Cuidar mejor del instrumento: este comienzo de año también puede ser un buen momento para acostumbrarnos a cuidar bien nuestra instrumento. En el caso de la flauta, limpiándola debidamente por dentro y fuera al final de cada clase o momento de práctica, manteniéndola estable siempre que sea posible sin cambios bruscos de temperatura ni humedad, evitando que reciba golpes, etc.
  • Desarrollar más paciencia y confianza en nuestro aprendizaje musical: como siempre os decimos, este proceso es similar al de plantar una semilla, que regamos y cuidamos durante tiempo hasta que nace, crece, da sus frutos y se convierte en un hermoso árbol.

¿Para qué sirve la música durante el embarazo?

bigstock-Pregnant-Woman-Belly-Pregnanc-79871317

Poner música y cantar a nuestro bebé durante el embarazo tiene muchas ventajas, tanto antes como después de su nacimiento.

Durante los largos nueve meses de embarazo, nos sirve para comunicarnos con él. No le podemos ver, ni tocar, ¡pero nos escucha! Podemos usar nuestra voz para hablarle y cantarle, haciendo que sea su vínculo con el mundo exterior. Las voces de mamá, papá, hermanos u otras personas cercanas son las preferidas por el bebé, para él no hay mejores cantantes…

Por otra parte, la música es un canal de emociones que otorga bienestar a la madre embarazada en su proceso de cambio. Cuando la mamá se siente bien escuchando determinada música que le gusta, del tipo que sea, genera endorfinas y una sensación positiva y de tranquilidad que el bebé recibe y disfruta. Da igual el estilo musical que escojamos, no tiene por qué ser música clásica (aunque está estudiado que la música del Barroco y del Clasicismo tiene efectos muy positivos en los bebés), siempre evitando tendencias que puedan ser auditivamente algo agresivas como, por ejemplo, el Techno o el Hard Rock.

Una vez el bebé haya nacido, podremos ponerle esa música que utilizamos durante el embarazo o cantarle las mismas canciones que usamos, ya que todo aquello que ha escuchado estando en el vientre materno, le hará sentir genial. Por ejemplo, los latidos del corazón de mamá, cuando esté colocado lo suficientemente cerca para escucharlos, le harán sentir seguro.

También podemos usar la música para sus rutinas, como las más importantes de dormir, comer, bañarse… Las presentamos con melodías o ritmos que le hemos regalado ya desde antes de nacer, de forma que reaccionará con más entusiasmo e interés hacia las actividades. Aquella música que calmaba a la mamá durante el embarazo también le afectaba a él y ahora podrá volver a ayudarle a relajarse y dormir.

A nuestras clases de bebés vienen algunas mamás que están embarazadas, y observamos las mismas respuestas. Cuando los pequeños nacen y se incorporan al grupo de la clase son normalmente los que más involucrados y motivados están. Ya conocen las canciones, el timbre de la flauta travesera o el piano, la voz y entonación de su mamá y hermano o hermana e incluso de la profe… Están muy predispuestos y, a la vez que distrutan al máximo, suelen también avanzar bastante rápido musicalmente.  

Además de la parte emocional, la música también se usa con fines médicos: por ejemplo, se puede utilizar en niños que cerca del momento de nacer no tienen cabeza en el vientre bajo para conseguir que se coloquen mejor, o en bebés prematuros que necesitan especiales cuidados y atenciones para desarrollarse.

¿Cómo ayuda la música al desarrollo de la psicomotricidad?


El término psicomotricidad hace referencia al dominio del cuerpo. Si hablamos de acciones más generales que se realizan con todo el cuerpo, estamos ante la psicomotricidad gruesa. Cuando  hablamos de acciones más precisas con coordinación de las manos y la vista, nos encontramos ante la psicomotricidad fina.

En la clase de música trabajamos ambas, asociando el movimiento del cuerpo a la música y realizando movimientos cada vez más complejos de forma que los niños vayan adquiriendo destreza manual progresivamente (también importante en el futuro aprendizaje del instrumento)  y teniendo un mayor dominio sobre su cuerpo en todos los aspectos.

Psicomotricidad gruesa

 Es la más empleada en las clases de bebés en un principio, puesto que los primeros pasos que deben dar los pequeños en este ámbito estará relacionado con el control de su cuerpo a nivel más general. Se trabaja el movimiento de los brazos y las piernas, el equilibrio, la coordinación de las extremidades, etc. También se trabaja la manipulación de objetos como pañuelos, globos, pelotas, vasos de plástico, plumas y por supuesto la pequeña percusión.

Todo esto lo asociamos a patrones rítmicos, melodías, velocidad de la música o estructura de la misma. De esta manera, además de la psicomotricidad, trabajamos el desarrollo del oído . Los niños disfrutan asociando música a movimiento, aprendiendo sin darse cuenta a distinguir patrones y estructuras musicales mientras su destreza aumenta.

Psicomotricidad fina

Se refiere a todas las actividades o acciones que realizamos específicamente con las manos. Es fundamental en el desarrollo de las habilidades, por lo que es importante estimularla. En nuestras clases realizamos una gran cantidad de juegos de dedos. En una primera fase, cuando los bebés son muy pequeños, estos juegos de dedos los realiza el padre o madre para que el niño lo vea y quiera imitarlo. Es una primera etapa de la estimulación que le llevará a la fase siguiente en la que empezará a poder realizar esos movimientos por sí mismo. Poco a poco los niños serán capaces de ir independizando los dedos y de realizar movimientos más complejos, precisos y veloces, que se verán especialmente reforzados con las clases de instrumento.

Música y psicomotricidad conforman un tandem perfecto con la diversión como base, de forma que los niños aprenden disfrutando semana tras semana, reforzando los movimientos y destrezas que tan útiles les serán en su día a día.

Música e inglés… ¡Combinación perfecta!



Las profes de Little Musical Steps tenemos formación en varios idiomas y creemos que es fantástico poder compartirlo con nuestras familias en el aula. Nuestras clases son bilingües, alternando castellano e inglés, para que papás y mamás os sintáis a gusto sin necesidad de ningún nivel mínimo del idioma. ¡Vuestra participación en el aula es muy importante!

Se trata de ofrecer a los pequeños este otro estímulo distinto al musical y aprovechar esa etapa en la que absorben tan fácilmente. Según Barbara Zurer Pearson, autora de Raising a Bilingual Child, “después de tan sólo días de haber nacido, todos los bebés ya pueden diferenciar varios idiomas”. Además, el periodo óptimo para el aprendizaje de idiomas, según numerosos estudios, parece situarse entre el nacimiento y los tres años (justamente cuando un niño está aprendiendo su primera lengua). De hecho, lo aprenden también con facilidad y todavía como si fuese su lengua materna hasta los siete años de edad.

Cuando estamos inmersos en la actividad de la clase, el niño escucha, imita y siente el deseo de comunicarse también en inglés. Es bueno para ellos ver a un adulto de referencia (como su madre, padre o su profesora) hablar en dos idiomas indistintamente. De esta forma,  lo  entienden como algo normal y natural… Incluso, ¡hay momentos en que los niños prestan más atención por estar escuchando dos idiomas diferentes!

El biligüismo tiene muchas ventajas

César Ávila es catedrático de Psicología Básica de la Universitat Jaume I de Castellón e investigador del grupo de neuropsicología y neuroimagen funcional de Brainglot. Ha realizado un estudio en el que comprueba con técnicas de resonancia magnética qué pasa en el cerebro de personas bilingües y monolingües al realizar tareas que no son lingüísticas, sino de control ejecutivo y de atención. Ávila explica que “crecer en un entorno en el que se usan dos lenguas y has de cambiar constantemente de una a otra hace al cerebro más flexible al ambiente y otorga más capacidad de cambio cognitivo”.

El uso del inglés en nuestras clases no va a hacer bilingüe al alumno, pero estimula su oído y crea interés y predisposición por su parte para aprender esa segunda lengua. Las ventajas que conlleva hablar más de una lengua, además de las comunicativas, pueden ser muy numerosas: mayor creatividad en la resolución de problemas complejos, capacidad de pensamiento más flexible, mejora de la atención y apertura mental, mayor facilidad para aprender otros idiomas o incluso la creación de reservas cognitivas que retrasan la aparición de síntomas de demencia o de alzheimer… Let´s make music!

 

La percusión, el momento estrella en las clases de bebés

bigstock-Musical-instruments-on-white-b-53995561

Sabemos que los niños desde bebés disfrutan con la pequeña percusión y es uno de los momentos estrella de nuestras clases de estimulación musical temprana. Maracas, tambores, xilófonos y cascabeles tienen mucho éxito entre nuestro joven público, ¡y es que no les faltan motivos para ello!  

Experimentación y psicomotricidad

Este tipo de percusión es una manera sencilla de producir sonidos con timbres diferentes. Tan solo moviendo sus brazos consiguen hacer sonar los instrumentos y escuchar los diferentes sonidos que producen. Esto estimula su deseo de experimentar con los objetos que les presentamos y de esta manera no sólo sienten la necesidad de descubrir por ellos mismos, sino que además estamos fomentando su desarrollo motriz y su coordinación. Poco a poco vemos cómo su destreza manual va aumentando y aprenden a manipular los instrumentos con mayor facilidad y controlando mejor sus movimientos.

Ritmo y disfrute

En todas nuestras clases empleamos estos instrumentos ya sea a través del descubrimiento libre o guiando a los pequeños siguiendo el pulso de una canción, realizando diversos patrones rítmicos o marcando la cadencia interna del lenguaje en un poema. Esto fomenta el desarrollo de su ritmo interno, creando una base fundamental en su aprendizaje musical.

Siempre se proporciona un instrumento al niño y otro al acompañante, puesto que el movimiento que realizan los pequeños con el instrumento debe de ser libre y no controlado por un adulto. Al principio nos parece que el niño no es capaz de reproducir nuestros ritmos, pero poco a poco llegarán a interpretarlos perfectamente. Es importante que respetemos su ritmo de aprendizaje y les permitamos disfrutar con el proceso y no sólo con el resultado.

Comunicación y escucha

Sería positivo que en casa tuviérais algún instrumento de percusión para ellos, siempre teniendo cuidado con los materiales de los que están fabricados y con las posibles piezas pequeñas como en el caso de los cascabeles, que deben de tocarlos siempre bajo vuestra supervisión. Esto es un complemento perfecto para las clases, en las que además crean música en conjunto, funcionando como un grupo que colabora para interpretar los ritmos a la vez, fomentando la escucha entre los niños y aprendiendo a compartir con los demás.

La percusión es una de las formas de música más primitivas de la civilización que contribuye a la comunicación no verbal y permite a los niños tener una vía más de expresión vinculada a la música… ¡Nos encanta!

La importancia de los padres en la clase de música

Cuando un padre o madre apunta a su hijo a estimulación musical temprana o Método Suzuki, no sólo está apostando por una actividad que fomenta el desarrollo de las capacidades de su pequeño, sino que además participa activamente convirtiéndose en una pieza clave del aprendizaje.

Las clases son concebidas como un momento para compartir experiencias positivas con los hijos y como una manera de fortalecer el vínculo con ellos gracias a la música. Padres e hijos aprenden de manera conjunta, de una forma natural y divertida que puede ser extrapolada fuera de las clases.

motivos por los que la presencia de papá o mamá en clase es fundamental

  • Los bebés en sus primeros meses de vida necesitan el contacto físico con sus padres para sentir seguridad y calma, sensación que potenciamos con la música. Mientras interiorizan el ritmo musical a través de los movimientos que experimentan en brazos de sus padres, se sienten protegidos. Lo mismo ocurre cuando son un poco más mayores. Saber que papá o mamá están ahí reforzando su aprendizaje les hace sentirse seguros.
  • Las voces de las personas que han acompañado al bebé en su vida y desde incluso, antes de nacer, son las que más van a generar el deseo de imitar, siendo esto fundamental para el desarrollo del habla. ¡Sus familiares son sus cantantes preferidos!
  • Los padres son la principal referencia y el mejor ejemplo para los niños. Cuanto más involucrado está el padre en la actividad, mayor es la estimulación que el niño recibe y antes comenzará a imitar sus movimientos y gestos.
  • La música es un potente transmisor de emociones que los padres comparten con sus hijos, fomentando el vínculo con ellos y  ayudándoles a canalizar sus sentimientos.
  • Después de un tiempo, los padres aprecian la evolución de sus hijos clase a clase y experimentan en primera persona los pasos que van dando.
  • Al estar en clase, los padres toman ideas para poder repetir en casa y de esta manera incluir la música en el día a día de su hijo de forma natural y progresiva.

En algunas ocasiones los niños vienen acompañados a clase de sus tíos, abuelos u otras personas, ya sea porque los papás no han podido asistir o porque quieren participar en la actividad con ellos. Lo más importante es que siempre haya un adulto en clase con el bebé, y ¡qué bien lo hacen las abuelas de nuestros alumnos! No debemos olvidar que las abuelas han entonado canciones de cuna para comunicarse con sus bebés generación tras generación. ¡No perdamos esa bonita tradición!

Pon música a las rutinas de tu bebé

Todos sabemos lo importante que es la rutina en la vida de los bebés. Cuando conocen los momentos de su día a día, el orden y manera en que van a ocurrir las cosas, lo viven de una forma mucho más tranquila y placentera, siendo más partícipes de su actividad.Los bebés se comportan mejor cuando saben lo que va a ocurrir. Cuanto más constantes y predecibles sean los hábitos, más seguros y dispuestos se encontrarán los bebés, dice la pediatra Tanya Remer Altmann (The Wonder Years: Helping Your Baby and Young Child Successfully Negotiate the Major Developmental Milestones).

En nuestras clases de estimulación musical temprana trabajamos la rutina de dos maneras distintas: durante el tiempo de clase, que está estructurado en su propio orden de actividades y se repite en cada sesión; y apoyando los hábitos de casa con canciones, audiciones o poemas que pueden preceder distintas rutinas del bebé. Todo aquello que vaya acompañado de música y diversión será más alegre y llevadero para el pequeño y lo afrontará con más ganas e implicación.

Gracias a la estructura de las clases, los bebés disfrutan y aprovechan más la actividad musical, demostrando tras algunas sesiones una respuesta a este orden, anticipándose a alguna de sus partes o simplemente reaccionando con rapidez y alegría al recordar algo que ya conocen. Para que pequeños y mayores nos sintamos a gusto al empezar, comenzamos siempre las clases con nuestra canción de bienvenida. Tenemos momentos para reconocer algunas de nuestras melodías en un instrumento y las entonamos a la vez que realizamos sus divertidas coreografías. También nos movemos con ritmos a los que ponemos nombre y gesto y practicamos juegos de psicomotricidad fina con nuestras manos. En todas las clases, disfrutamos también de una audición activa, dejándonos llevar por la magia de la música, y al volver a la realidad podemos concentramos en descifrar algunas figuras musicales… Nunca nos olvidamos de tocar nuestros instrumentos de percusión ni de jugar con un poema musical, para, finalmente, entonar nuestra canción de despedida…

Las mamás y papás podéis utilizar cualquiera de las partes de la clase en la rutina de los pequeños, según os convenga o demuestren ellos mayor interés. Por ejemplo, trabajamos canciones, poemas y rimas para las rutinas más importantes de los bebés:

  • Para dormir, creando un ambiente de tranquilidad y cariño.
  • Para comer, con palabras y gestos relacionados con los cubiertos o la comida.
  • Para el baño, favoreciendo la interacción con el adulto y la diversión.
  • Para el juego, aprovechando para reforzar la psicomotricidad fina, practicar percusión corporal, etc.

Además, las profesoras de Little Musical Steps estamos siempre abiertas a vuestras propuestas sobre la temática de las canciones o poemas que se van trabajando en el grupo. La clase de música semanal no es sólo un rato agradable que compartir con tu pequeño, ¡sino todo un abanico de posibilidades para que la rutina familiar sea más alegre y positiva!